EN UNA TRIBU DE MONOS
El navío estaba a punto de zarpar y el linyera aún permanecía dentro del único bar que se encuentra a los pies del puerto, un silencio sepulcral dejo mudos a los parroquianos cuando en la fonda se oyó el ruido ensordecedor del teléfono
Al otro lado de la línea, se oyó decir “soy un virus tu mente” era Symns, que alojado en los aeropuerto de la muerte, daba las últimas indicaciones al linyera para un acertado extravío
La nave repleta, a la velada no faltó nadie, pues esta simbiosis mezcla de duende, mago y Linyera encarnada en Melingo, evocó a los que ya no están, a los ñeris del campo legendario, a las hechiceras con brazos de alma y ojos de consuelo.
CAMINITO REBETIKO
El Navío se detuvo por unos instantes a recoger las predicciones de un anticuario en el viejo San Telmo, y ahí sí, guitarra al hombro, siguieron viaje en busca de sus ancestros y de aquel poema olvidado, vaticinando en ese anhelo el principio del fin
Las aguas se presentaban calmas y amigables cuando de lejos advirtieron el tan cargado de historias puente transbordador de la Boca, caminito, todos sus bares y misterios, recordaron al mismo tiempo, el Linyera, la hechicera, El Noy, la adivina y el diablo mientras sonreían cómplices
A ESTE BARCO LO CONDUCE EL DIABLO
“Soy malevo porque nada debo, apenas unas muertes que nadie reclamó ni lloro” recitaba el Noy a modo de presentación, cincelando los aires con las leyes invisibles de la calle “sin caos no hay guapos” a esa altura los navegantes ya eran piratas, y de a momentos embriagados por la confusión y el olvido, se encomendaban a quien sabe que dios y consultaban el oráculo, la noche caía, el mar bamboleante cubría al naufragio de puro descontrol, todos brindaban y vaciaban botellas para llenar sus almas, los velos caían y nadie se animaba a preguntar quien conducía ese barco si todos se hallaban en el mismo lugar
7 VIDAS
A veces el brillo de la luna, la inercia maldita o el terror de la noche
Hasta el mismísimo diablo pensó en bajarse en el puerto más cercano, no soportó la locura reinante y dejo de conducir el barco
¡Calma, calma, calma!
Sordinas, armónicas y harpas calmaron las aguas de aquellas fieras desconocidas entre sí,
El amo y señor de los faros, alias Salmón, entretuvo a los navegantes con aquella vieja leyenda de un torero que contaba con siete vidas que intentó matar a Cristo, a oscuras el Linyera, miraba como la proa alcanzaba el tambaleante climax, miro a los cielos pensando, y murmuró hacia sus adentros
“Hasta que el tiempo se acuerde de mi”
EL SUEÑO DEL EXODO
Tamizaba el sol, la hechicera, el linyera, el diablo, el Noy y la adivina, recordaron en silencio pero al unisono los tiempos del hambre, el terror y la desesperanza, para ese entonces ya eran libres, los envolvía el oasis y la sensación de aquel viajero que se encuentra de regreso, al punto de partida, al puerto de salida, con la nave quemada y raida, con miedo de no saber que habrá esta vez, o tal vez con la tristeza de haberlo visto todo sin haber encontrado nada
Daniel Melingo presenta su OPERA LINYERA en el Centro Cultural 25 de Mayo de Villa Urquiza, con entrada gratuita los siguientes viernes y sábados del mes de septiembre hasta el primer fin de semana de Octubre, las entradas se consiguen ingresando a este link
ᴄʀóɴɪᴄᴀ: ʀᴀᴍɪʀᴏ ɢᴀʟᴍᴇs
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